jueves, 17 de diciembre de 2009

La Divisones de la V Internacional (Martín Moreno)

En su último artículo, publicado en las páginas de Kaos en la Red, el señor Heinz Dieterich ha tenido a bien lanzar una pregunta al aire: ¿Cuántas divisiones tiene la V Internacional? Hace referencia a la respuesta de Stalin a Churchill y Roosvelt, que pretendía invitar al Papa, en el marco de su reparto del mundo, a las Conferencias de Yalta y Postdam. En principio, la fuente usada como referencia por el señor Dieterich no podía ser más desafortunada. ¡Nada menos que Stalin, el enterrador de la Revolución Mundial!
Lo curioso es que el señor Dieterich formula la pregunta pero no adelanta ninguna respuesta. No se puede decir que éste sea el método usual del marxismo.
Supongo que el sr. Dieterich alberga la esperanza de que su interrogante, que no oculta cierto tono entre irónico y derrotista, sea contestado. Algunos de sus lectores han comentado públicamente que era innecesario argumentar ante esta muestra de "infantilismo político”. En todo caso, abre la posibilidad de tratar ciertos aspectos sobre el factor militar y militante de una organización internacional revolucionaria, algo presente en el debate y la acción en anteriores internacionales, y ausente desde la década de los 90.

Antes que nada hay que decir que una revolución, toda lucha de clases, como correctamente plantea el sr. Dieterich es en último extremo, una cuestión de correlación de fuerzas. Pero no se trata de una simple suma de efectivos de diferente tipo, militares, recursos humanos, tecnología bélica…..En otras palabras, no es mera acumulación cuantitativa. No podemos olvidar los factores cualitativos. Hay otros elementos que configuran la fuerza de una Internacional, en este caso. Partiendo de la base de que la clase trabajadora es la mayoritaria de la sociedad, las ideas, su razón de ser social, su justicia, la decisión de la causa y sus integrantes, así como la claridad, firmeza y determinación de la dirección, el factor del ejemplo, son determinantes en la lucha de clases. Una idea correcta, por necesaria, cuando se apodera de la mente de las masas se convierte en una fuerza material. Napoleón era plenamente consciente de este punto.
Tan erróneo es hacer un fetiche de la cuestión de las armas como desatenderse del tema, como si las meras apelaciones o presiones hacia la clase dominante fueran suficientes para lograr la transformación de la sociedad. Esta es la utopía histórica del reformismo. Nada tiene que ver con una política revolucionaria.
La moral es más del 50% de la victoria para cualquier ejército. Y una Internacional, en cierta forma, es un ejército. El Ejército Mundial de la Revolución Socialista, para ser más precisos. ¿Todas las fuerzas de este ejército han sido movilizadas ya? Es evidente que no. La V Internacional apenas ha nacido. Incluso, formalmente se va a constituir en Caracas en abril de 2010, donde veremos si se haya presente el sr. Dieterich.

Por supuesto, a diferencia del amplio mundo de las variantes pacifistas, los marxistas, campo donde pretende adscribirse el señor Dieterich, no desdeñamos el tema militar. Marx escribió sobre la Guerra de Crimea (1853-56). Son conocidos los Temas Militares, de Engels. De Trotsky, que fue el creador del Ejército Rojo, un ejército formado por 5 millones de campesinos y obreros fabriles, se pueden consultar sus Escritos Militares.
Detengámonos un momento en este dato, para nada baladí. Resulta que la Revolución Rusa de Octubre de 1917, asediada por 17 ejércitos imperialistas y blancos, sometida desde 1918 hasta 1921 a una guerra civil impuesta, levanta un ejército de 5 millones de efectivos y derrota a la contrarrevolución.

¿Cuántas divisiones tenía el Ejército Rojo en 1918? A priori, ninguna. El programa social de la Revolución arma al pueblo y lo organiza en un ejército. Este método revolucionario, el único posible, logra derrotar a cuerpos expedicionarios de ejércitos profesionales bien pertrechados. Por tanto, la historia de la revolución rusa suministra suficientes enseñanzas para dar por contestado el interrogante que flota en la cabeza del sr. Dieterich.

Pasando por alto experiencias históricas, de cómo las fuerzas de Villa en la Revolución Mexicana de 1910, logran constituir la célebre División del Norte, pasando por la victoria en Cuba del Movimiento 26 de Julio, usando la huelga general en las ciudades y combinada con la lucha de fuerzas irregulares, hasta la derrota de la Guardia Nacional somocista ante el FSLN en Nicaragua, podemos ver algunos datos del punto de partida militar de la V Internacional.
En relación a fuerzas regulares  las Fuerzas Armadas Bolivarianas de Venezuela cuentan con la 1ª. División “Centinela Occidental”; la 2 ª División de Infantería ubicada en San Cristóbal; la 3 ª División de Infantería, con sede en el Fuerte Tiuna (Caracas); la 4 ª División Blindada; la 5 ª División de Infantería de Selva; y la Novena División de Caballería Motorizada e Hipomóvil.

Junto a contar con el más moderno material de fabricación rusa y china, como la adquisición de 100 mil fusiles de asalto AK-103, que se montarán en una fábrica venezolana; el sistema portátil antiaéreo Igla-S, que ha formado una unidad especial tipo compañía; 24 aviones Sukohi-30, y en previsión de Su-37; 53 helicópteros de la serie MI (los MI-17 de transporte y los Mi-35M, de ataque), aviones K-8 chinos, de entrenamiento; 92 tanques T-72 y más tanques T-90; contarán con aviones no tripulados; un sistema de defensa antiaérea TOR M1, un sistema antiaéreo móvil de misiles Pechora-2M, y una decena de divisiones del sistema de misiles antiaéreos S-300 y S-300 PMU, con Bielorrusia, para garantizar la defensa de las instalaciones petroleras.

Recién se han formado milicias campesinas, que se suman a los batallones obreros que existen en fábricas, dando vida a la consigna histórica del armamento del pueblo. Las FAB de Venezuela cuentan con cerca de 200 mil hombres como fuerza regular, unos 500 mil más en agrupaciones de milicias, a los que habrá que sumar la milicia campesina, pudiendo llegar a más de 2 millones. Hay que tomar en cuenta que el Partido Socialista Unido de Venezuela cuenta con 7 millones de afiliados. Además, la bandera antiimperialista se levantaría por el continente y Brigadas Internacionales, desde todos los rincones del mundo, comenzando por América Latina, acudirían en auxilio del valiente pueblo venezolano.
Si Estados Unidos no se atrevió a invadir Cuba en casi 50 años, más allá de Playa Girón, por la previsible resistencia en guerra de guerrillas. ¿Se atrevería en Venezuela? Con todas las divisiones de su Ejército imperial, y la IV Flota, contando con muchos efectivos empantanados en Irak y Afganistán. La guerra, expresaba Von Clausewitz, es la continuación de la política por otros medios. Y no hay peor error que la confianza en la guerra. De ahí que el presidente Chávez declarara que se preparaba para la guerra defensiva contra cualquiera agresión, desde las siete bases imperialistas en Colombia o las dos bases aeronavales en Panamá. Por cierto, nada muy diferente a las palabras pronunciadas en Oslo por el propio Obama de “hacer la guerra para asegurar la paz”, al recoger el cínico e hipócrita Premio Nobel de la Paz.

Y nada tiene que ver la moral de las tropas regulares y las fuerzas irregulares en la Venezuela bolivariana, comparado con la dictadura de Saddam Hussein en Irak, donde la Guardia Republicana se descompuso como un castillo de naipes ante la ofensiva imperialista. El imperialismo debe tenerlo claro pues no ha intentado una aventura militar sobre suelo venezolano, y no por falta de ganas.
La cuestión, sr. Dieterich, no está correctamente formulada. La pregunta a hacerse es ¿cuántas divisiones aportarían los pueblos de América Latina en solidaridad internacionalista a sus hermanos venezolanos ante un ataque e invasión de las divisiones del ejército imperial, sus marines y/o adláteres? Sin duda, lo de Bolívar, San Martín, Sucre, Artigas sería un juego de niños. Además, con fuerzas entrenadas militarmente, desde Guatemala, y quienes participaron en la URNG, El Salvador en el FMLN, ya formalmente aprobada su afiliación a la V Internacional, o el Frente Sandinista en Nicaragua, cuyo ejército se formó a partir del Ejército Popular Sandinista. Por no hablar de México, el maravilloso país de adopción del sr. Dieterich, que cuenta con 50 brigadas civiles del Movimiento y 2,5 millones de afiliados al Gobierno Legítimo y tiene una extensa historia de lucha revolucionaria, desde el momento mismo de su independencia formal.
No hay duda. En este 2010 que viene la correlación de fuerzas en América Latina sigue siendo favorable a las fuerzas de la izquierda revolucionaria y las populares, victorias electorales incluidas en Bolivia y Uruguay. Es el año que verá avanzar las fuerzas de la V Internacional.

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