jueves, 6 de enero de 2011

Cuba en la encrucijada. Socialismo libre de burocracia o retorno al capitalismo (Por Martín Moreno)

La Gran Crisis del capitalismo, del mercado mundial fuerza al gobierno cubano, más allá incluso de la existencia de burocracia interior, que es un freno real para la Revolución, a tomar medidas.  Entre otras, despidos o ceses masivos, más allá de un necesario recorte de la alta burocracia,    que pueden poner en serio peligro las conquistas de la Revolución en empleo, protección social, derecho universal a la alimentación (desaparición de cartillas de racionamiento), salud, educación...

En su discurso ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, Raúl Castro expresó: "O rectificamos o ya se acabó el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos”. En otras palabras, el margen para que una pequeña isla, a 90 millas de la costa del imperialismo más poderoso de la Historia, que ha podido resistir 50 años, por la existencia de la ex URSS en buena medida, ese margen ha llegado a su límite. La actual situación en Cuba una vez más corrobora que es imposible construir el socialismo en un solo país. El socialismo es mundial o no puede ser.


El mercado mundial, esa forma económica en que opera el capitalismo mundial, si la Revolución no se extiende y pone fin al sistema, genera que toda gran crisis sistémica amenace los avances revolucionarios. El apoyo de buena parte del pueblo cubano a su revolución, hecha por ellos directamente o por sus padres, abuelos...llegado este punto del proceso,  no es suficiente. La Revolución necesita, al interior, usar ese apoyo para  profundizarse. 
 


El control obrero debe hacerse realidad efectiva fuera del asfixiante corsé burocrático, caracterizado por la corrupción, la ineficacia, el despilfarro, el conservadurismo, las trabas. La administración del Estado, iniciar el proceso en la senda teórica que Marx, Engels y Lenin trazaron, es decir, su abolición. Que todos sean "burócratas" para que nadie lo sea, que todos sean administradores estatales para que el estado pueda comenzar a extinguirse. Que los cargos electos puedan ser revocables, que rindan cuentas, que no ganen directa o indirectamente  más del promedio de un trabajador calificado. No hay ni un gramo de utopía en este planteamiento. Lo utópico es pensar y pretender que una pequeña isla, bajo bloqueo económico desde hace décadas, y sometida al tsunami del mercado mundial, la verdadera fuerza de choque del capitalismo, sin que la Revolución se extienda en líneas socialistas a nivel mundial, y digamoslo claro, con una China, como potencia emergente, cuya burocracia ha optado por la senda del capitalismo, pueda corregir las llamadas "deficiencias"  sin acabar cayendo en la gran trampa del "libre mercado", el retorno al capitalismo, en una forma u otra, es decir, a estar sometido a la dictadura de 300 transnacionales que domina ese mercado mundial capitalista. 
 
 


El capitalismo solo puede ofrecer crisis prolongada, que nadie se engañe. Esa es la perspectiva para esta década que comienza, e incluso se podría extender a una segunda década, de confirmarse la caracterización de "onda larga" que tendría la actual Gran Recesión. La única salida para Cuba y Venezuela es seguir profundizando la Revolución, radicalizándo,depurándola de elementos burocráticos quintacolumnistas (una burocracia que por la propia naturaleza de sus intereses es irreformable) seguir basándose en la clase, en el pueblo trabajador y ninguna confianza en los mercados, que no son guiados por ninguna fuerza ciega sino por los intereses y bolsillos de un puñados de parásitos oligarcas, banqueros y burgueses. 
 



Sin una ex URSS con economía centralmente planificada y con una China que profundiza la senda hacia el capitalismo, la única solución en lo político para Cuba y Venezuela, junto a Ecuador y Bolivia, si así lo decidieran, seria proclamar  ya una Federación Socialista de esos Pueblos de América Latina. Y de inmediato, hacer un llamamiento internacionalista a la Revolución en los restantes pueblos hermanos de América asi como llamamientos a los trabajadores y jóvenes de Europa y Estados Unidos  para derribar a sus gobiernos reaccionarios, pronunciarse a favor de una Huelga General Europea....


No es hora del lenguaje diplomático. La lucha de clases y la supervivencia de procesos revolucionarios avanzados requiere de la más enérgica acción y audacia. Cuba se encuentra ante una encrucijada. O en la senda de la democracia obrera, del socialismo, o el peligro del retorno  nada menos que a un  capitalismo en fase profunda de su crisis estructural. No es hora de resignarse. Es hora de luchar, de extender la revolución, es hora de los inicios de una Federación Socialista pionera en América Latina y de una histórica primera Huelga General en Europa. Que las campanas tañan no por la Revolución sino por el capitalismo. No hay tiempo que perder. La batalla es ahora.